Navarra tiene su origen, como los otros reinos peninsulares, al coaligarse oponiendo resistencia ante el invasor musulmán. Ahora bien,
así como en las brañas de los Picos de Europa se reaccionó contra la invasión ismaelita, en los Pirineos se tuvieron que organizar para
hacer frente a los invasores procedentes de tierras francas también. Sin embargo no se puede precisar con tanta exactitud cuándo y cómo
se dio cuerpo al estado navarro, ya que las diversas crónicas que nos han dejado los historiadores de los reinos de Aragón y Navarra no
son coincidentes ni en el comienzo, ni tan siquiera se ponen de acuerdo en cuanto a la genealogía de sus gobernantes. Es como si no se
tuviera en cuenta que entonces las montañas de Jaca y Navarra era una misma nación, pues no había ni aragoneses ni navarros, todos eran
vascones, todos participaban de las glorias y de los vicios de aquellos montañeses y los seguidores de Mahoma no les daban otro apelativo
que el de cristianos de los montes de Afranc.