Reino de Navarra


Rey Carlos II

Carlos II
Nombre: Carlos II
Sobrenombre: El malo
Reinado: 1349-1387
Padre: Felipe III el noble
Madre: Juana II
Hacer comentario
Carlos II de Navarra llamado "el Malo", (Évreux, 10 de agosto de 1332 - Pamplona, 1 de enero de 1387), rey de Navarra (1349-1387).

Hijo y sucesor de Juana II y del Rey consorte Felipe III el Noble.

Casado con Juana de Valois (1343 - 1373), hija de Juan II de Francia y de Bona de Luxemburgo. De este matrimonio nació:

- María de Évreux (1360 – desp. 1400), casada en Tudela el 20 de enero de 1393 con Alfonso de Aragón, Duque de Gandia.
- Carlos de Évreux (1361–1425), Rey de Navarra.
- Bona de Évreux (1364 – desp. 1389).
- Pedro de Évreux (1336-1412), Conde de Mortain.
- Felipe de Évreux (168).
- Juana de Évreux (1370-1437), casada con Juan IV de Bretaña y luego con Enrique IV de Inglaterra.
- Blanca de Évreux (1372–1385).

Su reinado osciló entre una ambiciosa proyección sobre el conflicto anglo-francés y un proceso de organización y centralización interior en un contexto de crisis económica. Pretendió recuperar los condados de Champaña y Brie que, hasta 1274, habían pertenecido a los reyes de Navarra. Se alió con Inglaterra y apoyó la rebelión de Étienne Marcel (1358) para obtener el trono de Francia. Residió en Francia durante diez años, volviendo a Navarra en (1361).

Abordó un programa de reformas que incluyó el saneamiento de la administración, el reforzamiento de la nobleza como principal soporte de la monarquía y la reorganización de los recursos fiscales mediante la creación de la Cámara de Comptos (1364) como órgano financiero.

En el exterior, fue protagonista de una desmedida política internacional que desbordó los limitados recursos del reino.

Actuó como mediador en las luchas entre el Rey Pedro I de Castilla y el Rey Pedro IV de Aragón, luchas que tenían por objeto determinar cuál de los dos reinos se alzaba con la supremacía en la Península. El panorama se complicó al verse envuelta Castilla en una guerra civil por el enfrentamiento de Pedro I con sus hermanos bastardos, dirigidos por Enrique de Trastámara. Mercenarios ingleses y franceses acudieron en apoyo de ambos contendientes. Carlos II intentó sacar provecho de la situación aliándose sucesivamente con ambos bandos mediante complejas maniobras diplomáticas que terminaronn por enemistarle con todos. En 1369 Pedro fue apuñalado en Montiel por su hermano Enrique, quien, reconocido como Enrique II, inicia la dinastía de Trastámara en Castilla.

Este hecho marca el retroceso de Carlos II en todos los frentes. Tuvo que renunciar a algunas posesiones en el norte de Francia a cambio de un fugaz señorío sobre Montpellier (1372), así como devolver las plazas ocupadas en Castilla, obteniendo solo la entrega del Monasterio de Fitero (1373). Cuando intentó reaccionar en Francia, su hijo Carlos fue apresado y le fueron confiscadas todas sus posesiones (1378). El ejército castellano cerca Pamplona viéndose Carlos obligado a firmar el Tratado de Briones (1373 y 1379) que permite a Castilla retener durante casi una década una quincena de plazas navarras que había conquistado en la guerra, lo que supuso el final de las ambiciones políticas de Carlos.

Esta política oscilante e incoherente se explica por la necesidad de mantener un precario equilibrio con las potencias que rodeaban Navarra -Castilla, Gascuña inglesa (salidas al mar), Aragón y Francia-, todas y cada una capaces por sí mismas de anexionarse el pequeño reino de Navarra.

El sobrenombre de "el Malo" le fue puesto por cronistas franceses. A pesar de tener que convivir con sucesivas oleadas de la peste negra, extrajo abunndantes recursos del reino para financiar sus campañas militares, fortaleció la administración y modernizó el sistema fiscal. Durante su reinado emergió una nueva nobleza, en la que los linajes de Ultrapuertos tuvieron un protagonismo especial.

Mandó erigir la iglesia gótica de Ujué y rodear la iglesia de pasos de ronda y torres almenadas. También pensó en dotar a Ujué de una universidad o Estudio General. Con este fin se iniciaron las obras que posteriormente se abandonarían por falta de recursos económicos.

Su muerte se produjo en el palacio de San Pedro o del Obispo, en Pamplona, estando ensombrecida por legendarias circunstancias dramáticas. El infante se encontraba en Castilla, quedando de gobernadores el obispo de Bayona, García de Eugui y el alférez de Navarra, Carlos de Beaumont.

Cumpliendo su voluntad, su cadáver fue confíado a Samuel Trigo, judío de Zaragoza, quien extrajo su corazón e intestinos y embalsamó su cuerpo. Las vísceras fueron puestas en dos picheles de estaño soldados por Juan "el estañero". Su cuerpo recibió sepultura en la catedral de Pamplona, las entrañas en Roncesvalles, y el pichel con el corazón fue llevado a Ujué, donde se celebraron solemnes exequias en mayo. Mirando al altar, en una oquedad de la pared de la izquierda se encuentra en una pequeña arqueta con el corazón de este rey.

Volver